martes, 20 de noviembre de 2007

De lo hipergestuado, pasando por el churrete, terminando en los ángeles bestias

He leído un texto que me pasó el "Comandante energía", un texto de teatro de un tipo que en realidad es más poeta que dramaturgo. Es decir de un poeta disfrazado de tipito dramaturgo.

Un perro abstracto de raza lobezna disfrazado de ovejita humana concreta y dramatizada. Mire, que no me joda este señor con Europa, que antes del rapto sería una estrecha santa, pero después, una hipócrita cruel, al lado de esto, lo de puta es una auténtica elegancia.

Lo del saquito con tres cabecitas cadavéricas, parece un chiste cruel y escatológico, este cabrón parece que nunca estuvo frente a una buena montaña de cabezas, unas tres o cuatro mil, para ir haciendo boca, ¡No me joda!. Estoy horrorizado e histérico a punto de arrancarme los pelines de las orejas, no por el drama, que para mí es lo más natural del mundo, sino por este bellísimo poeta desperdiciando su energía sin nombre, la más alta y pura heredada de los que le antecedieron, a base de duro trabajo, primero en la oscuridad y luego en las tinieblas.

Mi querido perro abstracto, lo que usted propone es un juego de niños, el verdadero drama está en las constelaciones, salvo que lo sepa, lo abrume y por eso se dedica a la fotonovela del mundo con escenografía de escaparate, y largos paseos meditabundos de pasarela.

Deje la masturbación, el coño de Europa está muy visto, eso es para los snobs y usted, según el "Comandante energía", no lo es.

Si no es así puede usted irse al infierno con sus putos personajes y no me toque los cojones.

¡Hasta luego pollos sombríos!

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